IMPORTANCIA DE LA CULTURA EMPRESARIAL

 

Por lo que puedo observar desde la constitución política de 1993  en su artículo 2 inciso 19 dice: “A su identidad étnica y cultural. El estado reconoce y protege la pluralidad étnica y cultural de la nación”.

Pero hay algo más la cultura tiene un significado polisémico, es decir tiene varios significados, por ejemplo en latín cultura significa “cultivo” es decir cultura agrícola es como una técnica de cultivo.

La UNESCO ante ello hace una declaración universal sobre la diversidad cultural porque define como un conjunto de aspectos materiales, espirituales e intelectuales que comparten un mismo grupo de personas. No solo está referida a las artes, producciones sino también a modos de vida, creencias y los sistemas de valores.

Si bien tratar de cultura pareciera fuese algo trivial, pero en realidad tiene un nivel de importancia en el desarrollo de un país precisamente por su polisemia, ya que no solo implica referirse a la etnia, al respeto ancestral de lo que se nos trasmite, a las costumbres, porque finalmente se convierte en la idiosincrasia donde el comportamiento social caracteriza a cada una de nuestras regiones y que van cargadas de valores y principios.

Pero como país o como estado que nivel de importancia y continuidad se brindó, realmente muy poca, incluso cuando la globalización incipiente aparecía en la guerra mundial, cuando las exportaciones abusivas no obedecían a un criterio de orden y planificación a largo plazo y las importaciones caracterizadas en traer insumos, nuestra propia riqueza con valor agregado, la cultura de la moda o tecnología para los jóvenes mayormente, es decir administrar un país significa analizar la macroeconomía que permita aplicar políticas de desarrollo,  es como administrar una macro empresa con todos sus bienes y servicios, donde la promoción, las facilidades para crear empresa, las esperanzas de crecimiento en las regiones debería obedecer a diferentes factores donde la conectividad, el medio ambiente, su comunidad, la comunicación y adiestramiento técnico y normativo previo debería ser parte de la cultura empresarial macroeconómica de un país como obligación, como política de estado que debería contemplarse en el Acuerdo Nacional con la finalidad de evitar improvisaciones coyunturales con recetas quinquenales, así se hubiese evitado la duplicidad de funciones, la autonomía de los gobiernos locales con interpretaciones insulares que entorpecen la formalización y promoción empresarial y ni que decir de los gobiernos regionales que solo cumplen las tareas ministeriales solo para justificar su gestión sin la menor idea de descentralizar las potencialidades del territorio que administran. 

Los países desarrollados valoran su cultura, orden, disciplina, allí donde todas sus entidades públicas “estandarizan” un sistema de formalización, promoción, innovación y tienen una informalidad reducida y controlada.

Acá nunca se pensó en la importancia de un orden territorial, estructural y social, se buscó la más simple justificación que alivie los conflictos y no manche su imagen política, se apeló a que la ciudadanía se las arregle como pueda ante la escasez de trabajo, los emprendimientos surgieron de toda naturaleza y a la incapacidad de los servicios públicos se sumó la coima como una práctica de privilegio, es decir la práctica informal del estado dio origen a la criollada social que no solo fue creciendo sino que ha llegado a niveles de deformación social ahora incontrolables.

Si bien la cultura empresarial empezó a ser analizada por la década de los 70 en otras latitudes, en nuestro país se estudiaba en las aulas administrativas de universidades, institutos técnicos y las propias entidades empresariales privadas y organizadas como parte importante de una gestión empresarial, pero la dimensión de la cultura empresarial debería ser contemplada como política de estado porque su labor normativa va más allá de promover la creación de negocios e invitarlos a que se formalicen, cuando no se le da previamente información al respecto porque es más importante que una estrategia, modelo operativo o plan de negocio.

La cultura empresarial es unipersonal, es la personalidad de cada empresa donde transparenta su ideología a través de sus creencias y valores, trae su propia historia de origen, la comunicación que utiliza dentro de su empresa, produce su imagen para contratar, despedir u otorgar ascenso, los sistemas de seguridad que aplica, una sólida política de endomarketing le permitirá finalmente desarrollar toda estrategia y plan de negocio con una marca sólida y reconocida en el mercado, su ADN termina haciendo la diferencia con empresas similares.

Por cierto las microempresas unipersonales, familiares o como persona jurídica tienen una gran desventaja organizativa por el reducido número de personal que administran, pero teniendo previamente información de la importancia para crear su propio ADN que los identifique en sus mercados de acción o derrepente fusionar corporativamente o en consorcio sus aspiraciones empresariales con una marca propia y en confianza podría generarle resultados gananciosos.

En esta oportunidad se dirige el tema a microempresas en general donde pueden estar inicialmente en una condición de informalidad o formalidad, pero que mínimamente tienen los elementos básicos de toda cultura empresarial empezando por la misión usual de toda empresa que es buscar beneficios económicos o lucrar, tener claro al mercado que se dirige y si sus bienes o servicios tienen las condiciones de calidad y salubridad necesario.

Además si tiene una visión clara de sus expectativas, porque ello motiva e inspira cada esfuerzo, pero desde luego en ese proceso coyuntural ir al paso de su objetivo real y alcanzable.

Y tener claro sus cualidades o valores como persona, como líder y si es proclive a trabajar en equipo.

Al final esos tres elementos básicos de misión, visión y valores se convierten en el ADN o la personalidad que define a la empresa en su trato con los clientes internos o trabajadores y externamente con los usuarios de su mercado objetivo.

También es importante reconocer que la globalización económica acelera e innova la forma como hacer negocios, la presencia de las transnacionales diseñados para adaptarse a las culturas y costumbre de los diversos países donde invierten pero también transfieren otras culturas, modas y costumbres inevitables, siempre que no se agreda a la propia porque como seres humanos todos buscamos evolucionar, conocer, poder y expresarnos o adaptarnos simbólicamente a todo contenido cultural y/o  costumbrista.

Por ello es importante el rol del estado con una cultura empresarial estratégica que facilite la creación y fortalecimiento empresarial a todo nivel.

Particularmente orientar que las microempresas si bien no pueden o no quieran fusionarse, existen alianzas estratégicas usadas en otras latitudes para incursionar o fortalecer mercados como el caso de una alianza en cooptencia donde se puede cooperar por acuerdo con empresas de la competencia que por razones económicas pueden invertir en un bien común o complementario donde una de ellas tiene su fortaleza e igual la otra equilibrando sus costos de inversión de manera que les permita incursionar en un mercado de mayor volumen, a veces ocurrió informalmente por coyuntura de algún contrato, otro sería si le diesen la solidez formal, sin que deje de operar en los mercados que no forman parte del acuerdo, por ello es importante fortalecer los marcos de toda cultura empresarial.

Atentamente

Romulo G. Tineira Agurto

 

 

 

 


Comentarios

Entradas populares de este blog

POEMAS Y RAZONAMIENTOS QUE DEBE FORTALECER TODO LIDERAZGO EMPRESARIAL O EMPRENDEDOR

ALBERT EINSTEIN: IMAGINACIÓN VS CONOCIMIENTO

LA MEMORIA ES CENTINELA DEL CEREBRO Y DETERMINA EL TIPO DE EMPODERAMIENTO.