ASPECTOS BÁSICO DE UN LÍDER CONTEMPLADOS EN UN DECÁLOGO
Considerar la aptitud en el rol de todo líder viene a
ser una mezcla de capacidades y posibilidades
para aprender, desarrollar o aplicar si tuviese ese talento innato cuando se
encuentre dentro de una situación que requiere no solo decisión sino idoneidad
de mando, desde luego tiene que ver con la destreza, disposición, facilidad, ingenio, inteligencia,
arte, con sus genes, su habilidad para entender y comunicarse; esta mirada
subjetiva para describir conceptualmente lo que comprende la aptitud de un
liderazgo y como comportarse dentro de
toda una turbulencia social, como también frente a todo cambio estructural que
produce la tecnología puede contrastar
con la acción donde se aprecia
definitivamente la voluntad o decisión para ejecutar, así, si la actitud
exteriorizada lo hace de mala manera
termina por degradar la aptitud que posee frente a su interlocutor, pierde credibilidad y confianza con sus
dirigidos, aunque también es necesario precisar que algunas personas teniendo esa aptitud innata o no teniéndola,
todas sin excepción deben recibir una formación, una capacitación técnica incluyendo toda la información y actualización
correspondiente que les permita ser
exitosos en su gestión de mando y con la técnica comunicativa como instrumento sustancial para toda diligencia, de
lo contrario se podrían ver envueltos en diversos conflictos sociales.
La
decisión de difundir algunas características fundamentales que describen a un líder
, a partir de un decálogo anónimo hasta el momento y encontrándome por aquellos
años en pleno estudio de Relaciones Industriales me atrajo la atención y se
constituyó para mí en un documento de mucha cohesión valorativa para todo
funcionario que desarrolla una labor de mando y que por cosas del destino lo encontré pegado detrás de una puerta que
había sido una oficina de jefatura ya vacía en aquel momento por el año 1985 en
la empresa Moraveco S.A. que fue mi centro de labor por algunos años, pero su
mensaje profundo tiene como propósito llegar a
dirigentes sociales, políticos y empresarios de la microempresa en
especial donde el rol de conductores frente a grupos sociales tienen la firme esperanza de llegar a cada
objetivo de manera exitosa y en armonía social que le permita compartir y
reconocer el esfuerzo en conjunto de sus
dirigidos, pero obedece también, motivado por la aparición de muchos “caudillos”
en diversos estratos sociales que irracionalmente contribuyen a crear síntomas
sicosociales con sus acciones escalofriantes
que evaden toda estructura social
generando códigos a través de una mutación de valores que imponen dentro de su
ámbito de acción, los caudillos se presentan como personas egocéntricas y
autocráticas y pueden esconder una misantropía o antipatía por resentimientos
de afecto con determinado grupo social y pueden actuar inescrupulosamente dañando
las aspiraciones de una colectividad por
fragilidad o desconocimiento de sus deberes y derechos que les corresponde,
como de su propia y débil idiosincrasia;
Es necesario también aprehender que vivimos en una era globalizada y que es
inevitable el desarrollo cibernético que amerita ser observado, estudiar la
forma como se organizan los países industrializados para llegar con sus inversiones
corporativas a nuestro territorio y las
ventajas de seguridad jurídica que les otorga el Estado, ignorando el esfuerzo
de la inversión nacional de los pequeños negocios, hace años que se viene produciendo una agresiva invasión
comercial que hace indispensable
priorizar el análisis de estos casos y en reunión formal hacer una reflexión institucional entre líderes que les
permita aterrizar y compartir
responsabilidades con otros líderes empresariales que guíen preventiva, estratégica,
solidaria y eficientemente el progreso y la defensa exitosa de todas las metas
empresariales que se propongan.
No
es extraño saber que existe una fuerte lucha contra la desocupación laboral y
que la alternativa al trabajo dependiente son las unidades económicas formales
e informales, conocidas como microempresas que
necesitan oportunidades para un crecimiento integral, misión que
dependerá de sus guías, líderes o administradores.
No
es conveniente asumir únicamente actitudes de caudillo que en concepto es la
actitud coyuntural de un cabecilla con verticalidad de mando para lograr una
conquista social o política, oportunidades aprovechadas por estas personas para
enquistarse en el poder institucional debido a las limitaciones o falencias culturales de
quienes dirige y que les permite manipular toda hipotética democracia, los
reclamos ya no pueden ser solamente reivindicativos, esta agitación social
puede ser justa o injusta, pero puede aprovecharse también para ser manipuladas
por ciertos intereses ajenos a su reclamo, carecen de organicidad para elaborar propuestas o proyectos que puedan ser
discutidos democráticamente para que sean viables y consensuados porque al final pueden generar conflictos
irremediables y hasta trágicos como se puede leer en diversas notas
periodísticas.
En
el mundo de los negocios, como en la reconstrucción de una civilidad
democrática es imprescindible conocer las bases para una buena toma de
decisiones, porque cada líder tiene una responsabilidad social para guiar
exitosamente a su grupo y ello dependerá del comportamiento y conocimiento que
haya integrado en su formación.
Finalmente
puedo decir que toda persona, igual que cualquier ser humano, tiene las mismas
cualidades en su energía y en su empoderamiento, su mayor o menor capacidad de
mando, dependerá de la importancia que tome en descubrir y organizar dichos
conocimientos.
Romulo
G. Tineira Agurto
NO ES LO MISMO SER JEFE..QUE SER LÍDER
1- Para
el jefe, la autoridad es un privilegio de mando; para el líder un privilegio de
servicio. El jefe ordena: “Aquí mando yo”.
El líder dice: “Aquí sirvo yo”. El jefe
empuja al grupo y el líder va al frente comprometiendo con sus acciones.
2-
El jefe existe por autoridad; el líder por la buena
voluntad. La autoridad del jefe impone; la autoridad del líder subyuga y
enamora.
3-
El jefe inspira
miedo, se le teme, se le da vuelta; se le sonríe de frente se le crítica de
espaldas; tal vez se le odia en secreto. El líder inspira confianza, inyecta
entusiasmo, envuelve a los demás en aires de espontánea simpatía, da poder a su
gente; cuando él está presente fortalece al grupo.
4-
El jefe busca el culpable cuando hay un error. El que la
hace la paga. Sanciona, castiga, reprende en apariencia pone las cosas en su
lugar. El líder jamás apaga la llama que aún tiembla, jamás corta el tallo que
aún reverdece; corrige pero comprende; castiga pero enseña, sabe esperar.
5-
El jefe asigna los deberes, ordena a cada súbdito lo que
tiene que hacer. Mientras contemplo desde mi sillón cómo ustedes se movilizan.
El líder da el ejemplo, trabaja con los demás, y como los demás, es congruente
con su pensar, decir y hacer.
6-
El jefe hace del trabajo una carga; el líder un privilegio.
Los que tienen un líder, pueden cansarse del trabajo, pero jamás se fastidian.
7-
El jefe sabe cómo se hacen las cosas; el líder enseña cómo
deben hacerse. Uno se guarda el secreto del éxito; el otro enseña, capacita
permanentemente para que su gente pueda hacer las cosas con autonomía y
eficacia.
8-
El jefe maneja a la gente; el líder la prepara. El jefe
masifica a las personas, las convierte en número y en fichas, el líder conoce a
cada uno de sus colaboradores. Los trata como personas, no los usa como cosas.
9-
El jefe dice vaya, el líder dice vayamos; el líder es aquel
que promueve al grupo a través del trabajo en equipo, suscita una adhesión
inteligente, reparte responsabilidades, forma a otros líderes.
10- El jefe llega a tiempo; el líder llega
adelantado. Este es el santo y seña del verdadero líder: “un pie adelantado del
grupo, una mirada más allá de los seguidores”. El que ve más que los otros es
un líder.
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