DEONTOLOGÍA UN MARCO LEGÍTIMO QUE MIDE LOS DEBERES Y DERECHOS CIUDADANOS

Este tema lo considere en el año 2016 en un manual ya publicado, sin embargo como seguimos camino al Bicentenario Patrio observamos que la crisis social y política se sigue agravando, siendo arrastrados por las acciones de personajes principalmente públicos cubiertos por una nube que entorpece su sensibilidad social y les atrofia todos los sentidos creyéndose omnipoderosos y creibles, no perciben que sus actos dejan destellos demagógicos que se putrefactan en el tiempo y que han dañado a nuestra sociedad por años dando lugar al aborto de una deformación de valores que como hongo venenoso se enraizo en nuestro pais, pero que ya es necesario ponerle término con sanciones civiles, jurídicas y penales severas no deseadas pero necesaria, se requiere una operación quirúrgica que extirpe todo cáncer y extienda la continuidad de una vida sana, controlable y preventiva para casos posteriores.
La deontología es un término que va perdiendo su propio valor etimológico dentro de las entidades donde se dice estan reguladas es importante su análisis porque todo referente que marque valores ciudadanos va dejando huellas imborrables en el tiempo, mas aun tratándose de entidades profesionales privadas o públicas que deberían demostrar confiabilidad, sus errores vienen destruyendo las estructuras orgánicas que son guía para la sociedad.
El término deontología deriva del griego, es la suma de dos componentes de dicha lengua:
DEONTOS que significa deber u obligación o lo debido y LOGÍA sinonimo de estudio o conocimiento.
Es una ciencia de la moralidad, es una rama de la ética cuyo propósito es establecer los deberes, obligaciones y éticas que tienen que asumir quiene ejercen una profesión, oficio o ámbito de acción. Es posible decir que la ética es una parte de la Filosofía Práctica que se ocupa del hecho moral y de los problemas filosóficos que nacen de la conducta humana. La ética se dedica al estudio de los actos humanos, pero aquellos que se realizan por la voluntad y libertad absoluta de la persona.
Si bien es cierto el concepto por el cual la deontología es utlizada con mayor frecuencia dentro del ámbito profesional convertidos como Código Deontológico en diversos colegios profesionales de nuestro país, pero se observa también en ocasiones que este requisito es recibido por algún profesional como letra muerta o como algo lúdico e irresponsable porque han aparecido diversos tipos de negligencias en el ámbito médico, ingeniería, ni que decir de juristas, fiscales, notarios incluso en la rama periodística y medios de comunicación donde se juega donde se juega con el impacto social de manera denigrante igual en el ámbito informático donde se trasgrede los límites éticos y morales, sucede también en los diversos oficios donde no se consideran los requisitos técnicos estandar o sencillamente no se cumplen con los parámetros de calidad y seguridad que a veces implosiona su propia inversión y los lleva a la quiebra de sus propios negocios.
Pero si hacemos un alto y miramos el ámbito político es seriamente catastrófico, porque se juega con la sensibilidad humana de la población, vienen destruyendo el concepto de democracia por los abusos, atrocidades, corrupción, han fortalecido la inseguridad ciudadana por sus negligencias a todo nivel político.
Considero que los poquísimos partidos polìticos y/o movimentos polìticos e incluso todas las entidades públicas sin excepción deberían tener un rotulo brillante y a la vista pública el código deontológico que dejaron nuestros incas:
AMA SUA (no seas ladrón) símbolo de rectitud.
AMA QUELLA ( no seas haragán o perezoso) símbolo de trabajo de laboriosidad.
AMA LLULLA (no seas mentiroso) símbolo de actuar con la verdad.
con un mensaje final de que si lo trasgreden la población tenga el derecho de vetarlos y sacarlos del poder que ostenten y con la pena de carcel que corresponda.
Basta ya, es algo que no se puede seguir permitiendo si queremos llegar la Bicentenario Patrio con óptimas condiciones de crecimiento integral.

Atentamente
Romulo G. Tineira Agurto