LA MENTE HUMANA Y LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

La permanente evolución de la humanidad desde su nivel de autoridad natural dentro de la familia que integra, protege, enseña o prepara para vivir en comunidad porque responde como dice Platón a que “la civilización es la victoria de la persuasión sobre la fuerza”, desde allí se construyen parámetros de valores y virtudes en concordancia a nuestra cultura y costumbres que convertidos en lenguaje universal logran un nivel de justicia o aprobación estándar que se comparte en la conversión del deseo como una inspiración individual de cada ser humano, tal como dice Aristóteles: que solo hay una fuerza motriz: “el deseo”, esta fuente de creatividad es la que permite el desarrollo del saber inconmensurable e infinito tangible o intangible, tal como lo demuestra el avance de la ciencia y la tecnología en los países altamente industrializados, la diferencia con la de los países en vías de desarrollo como el nuestro radica muchas veces porque como dice Aristóteles de que la inteligencia consiste no solo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica, y aquí es donde aterrizan los entusiasmos porque dependientes de los políticos que nos gobernaron egocéntricos, faltos de visión de estado integral e inclusivo o porque responden a intereses particulares se descuidó mucho el anhelo de la humanidad que “por naturaleza desea saber” afirma así Aristóteles, debido a que no se estimula la captura de investigadores nacionales para promover eficientemente la ciencia y la tecnología, incluso aparecen inventores que cautivan y sintetizan procesos tecnológicos pero aquí como se afecta a líneas productivas e inversionistas  evitan que dichos personajes sean promocionados o tomados en cuenta, pero si se trata de un bienestar en calidad y costos tangibles deberían darles esa gran oportunidad porque al final la competencia global nos obliga a crecer en competitividad, aquí habría que mencionar otra frase de Platón que así como los ojos están formados para la astronomía, los oídos lo están para percibir los movimientos de la armonía, eso es lo que falta el sonido de la confianza, la credibilidad, la apuesta por lo nuestro dentro de los marcos permisibles, haber dejado que determinados grupos sociales desarrollen sus conocimientos al margen de la formalidad dio origen a la piratería tecnológica que viven dentro de sus propios códigos anárquicos, lo que demuestra que dentro de todo el deseo humano hay dos respuestas adversas: el bien y el mal y todo dependerá de cuan preventivamente se regulen estas acciones porque la apuesta tecnológica vigente está centrada en la inteligencia artificial, en la robótica y nuestra mente queda expuesta como dice Aristóteles: “Cuanto más nos inclina la naturaleza a los placeres, tanto más propensos somos a la licencia que a la decencia”, mientras que Platón nos dice: “El mundo de las ideas incide el mundo físico; piensa bien y harás lo correcto”, estas frases tan simples jamás pasaran inadvertidas porque en el deseo del saber “existe un freno mental” el deseo por el poder y el control, ello por lo menos crea la esperanza que la automatización, la inteligencia artificial y la robótica no logre ser absoluta, con energía e inteligencia autosuficiente, de lo contrario podríamos pasar a una condición infrahumana, dependerá en este caso de la regulación universal preventiva que aglutine formalmente los diversos inventos que la ciencia y la tecnología producen, en resumen la mente humana satisface sus deseos de creatividad con la inteligencia artificial pero creo que su ego no permitirá perder su poder de control tecnológico, habrá excepciones por traumas psicológicos de determinadas eminencias científicas que deben ser cautelosamente observadas.

Nuestra cultura incaica aporto a la humanidad con su ingenieria hidraúlica, tal cual la imagen de esta publicación.

Romulo G. Tineira Agurto