PORQUE MEJORAR LA GESTIÓN INTERNA DE UNA EMPRESA Y/O INSTITUCIÓN
Cuando una entidad sea
empresarial o de otro nivel
institucional tiene el propósito de llegar a un nivel de competitividad, no
basta compararse estratégicamente y mejorar para posicionarse con el mercado nacional o
internacional y que esta pueda ser sostenible si además de la capacidad
tecnológica no toma en cuenta el valor humano de su fuerza laboral como una potencialidad que inyecte confianza,
responsabilidad social, imagen, creatividad, innovación, estrategia de
desarrollo, desahogue los cuellos de botella que a veces no son tomados en
cuenta, si bien el endomarketing consigue
generar un clima organizacional sano, en el que los trabajadores se sienten a
gusto y cómodos, dicha política se puede hacer mucho más eficiente si dentro de
sus colaboradores tiene a un mentoring o
un consejero altamente especializado que contribuye con determinado personal para
que éste desarrolle todas sus potencialidades: físicas, sicológicas, sociales,
laborales, etcétera. Tomando en cuenta que los humanos aprenden habilidades,
cultura y valores directamente a partir de otras personas a quienes respetan o
admiran considerando que los principios de la imitación, benchmarking y del
mentoring han sido elementos clave en la continuidad del arte, de los gremios y
del comercio desde los tiempos antiguos.
El desarrollo del
talento organizacional requiere una perspectiva distinta a la actual, a la de
las prisas y los resultados a corto plazo. Si deseamos crecer partiendo de unos
recursos que queremos optimizar a través del desarrollo del talento
organizacional no nos queda otra opción que la de empezar dejar de un lado la
tarea actual lo “urgente – importante o
no” para dar mayor cabida a lo “importante – no urgente”, a lo que nos permitirá
poner de manifiesto nuestro verdadero potencial.
Considerando la
modestia de un consejero, este impregna un clima de liderazgo y colaboración,
de trabajo en equipo, de espíritu, de mejora continua, etc. gracias a que
el aprendiz o receptor no recibe el conocimiento, lo descubre, toda vez
que el mentoring es un facilitador no enseña, el receptor acepta y respeta el conocimiento del maestro, el mentoring sabe
que puede ser superado y lo acepta.
Cabe
mencionar una diferencia con lo que se les conoce como Coaching, que es un proceso en el cual un
coach (“maestro”) contribuye o enseña a un receptor o aprendiz para que éste desarrolle
cierto tipo de potencialidades; normalmente las de naturaleza profesional. Por
ello es que ahora se habla de coaching ejecutivo o coaching empresarial, por
ejemplo.
Considere este tema
debido a que permanentemente vemos una diversidad de conflictos empresariales
y/o sociales o ambos problemas confrontados simplemente porque los que
desarrollan o están contratados como consejeros no se les acepta sus opiniones con
integridad porque se buscan salidas a corto plazo o coyunturales, no se trata
de mirar el árbol sino el bosque con sus precipicios donde se pueda edificar un
puente hacia la paz social y hacia el crecimiento sostenido.
Romulo G. Tineira
Agurto
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