LAS EMPRESAS PRIVADAS Y LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA DEL PERÚ FRENTE AL VALOR COMPARTIDO DE M. PORTER Y M. KRAMER

La localidad donde operan las empresas privadas o una entidad pública administra y cautela servicios para una determinada comunidad, ambas empresas privadas y públicas deberían reconocer que tienen un compromiso de competitividad y valores  dentro de su entorno social, ambiental y político que debe garantizar que el éxito de sus bienes y servicios transformados en  crecimiento económico de su gestión debe tener como respuesta generar también herramientas de estímulo y fortalecimiento con su entorno de manera natural e integral coadyuvando al progreso de la comunidad donde operan.
El usuario, la comunidad, el entorno donde se desarrolla la empresa no son moldes de vitrina, las vivencias de la humanidad en contacto con la tecnología aun sin dominarla, tienen la facilidad de recibir innumerable información respecto a sus derechos y satisfacciones como consumidores, además de la diversidad de bienes y servicios que se ofertan, por lo tanto esto obliga a que las las entidades privadas y públicas deban asumir nuevos retos y responsabilidades respecto al concepto del valor compartido y su implicancia con la sociedad de su entorno. 
Es así que en términos de la economía globalizada o internacional se le conoce como dice  Michael Porter “Responsabilidad Social Empresarial y/o Corporativa  un concepto genérico que dio lugar a una distorsión de su contenido como una labor filantrópica o asistencial, sin embargo esta práctica no esta en caducidad porque está dentro de las normas ISO como un compromiso e imagen institucional, considero positivo desde mi punto de vista que es una modernización precisa de RSC con la que M. Porter  conceptúa  ahora como“ Valor Compartido” la responsabilidad de las empresas de reconocer las necesidades de la sociedad, por lo cual al generar valor económico en su entidad, del mismo modo debe generar valor en el crecimiento social  y que ante ello existen tres vías clave en las cuales las compañías pueden crear oportunidades de valor compartido:                                         

1. Reinvención de productos y mercados. El punto de partida para crear valor es que las empresas identifiquen las necesidades de la sociedad, beneficios y efectos nocivos que puedan revestir sus productos. Estas necesidades no son estáticas; ellas cambian permanentemente con la evolución de la tecnología. Conocer estas necesidades no atendidas por los mercados obliga a redefinir los productos y los servicios de una compañía. Las microfinanzas son un ejemplo de cómo se están satisfaciendo necesidades de personas de países en vía de desarrollo que anteriormente no eran atendidas por el sector financiero.

2. Redefinición de la productividad en la cadena de valor. Porter  y Kramer reiteran la congruencia entre el progreso social y la productividad en la cadena de valor, lo cual implica no solo ejercer prácticas ambientalmente amigables, sino procurar compras a pequeñas empresas o firmas locales, así como utilizar nuevos modelos de distribución, como el caso de Google Scholar que ofrece en la red textos escolares; así como implementar programas de salud ocupacional. Todas estas prácticas innovadoras no solo reducen costos sino que adicionalmente generan un inmenso valor compartido que la mayoría de empresas han tradicionalmente ignorado en sus operaciones.

3. Desarrollo de clusters locales de empresas: El éxito de una empresa depende de las compañías y la infraestructura que está a su alrededor. Estos clusters no solo están compuestos por otras empresas, sino también por otro tipo de instituciones, programas académicos, organizaciones de comercio, universidades, agua potable, leyes de competencia justa, transparencia en los mercados.

En el Perú si bien en términos sociológicos por los años 1996 se analizaba la “exclusión social” y que su contraparte sería la “integración social”, y hasta hace algunos años de este milenio llamado “inclusión social”, si éste concepto lo considerásemos un sinónimo de “ Responsabilidad Social”  o en concepto más preciso como “Valor Compartido” en lenguaje económico parafraseado por Michael Porter , tendríamos una explicación clara y un compromiso de valores que debería restaurarse y ser aplicados en una modernización competitiva de los estamentos públicos, reformando y normando bajo lineamientos de políticas de Estado oficializadas ( más no de inspiración estatal) la interconexión de valores de las partes, haciendo inclusivo el desarrollo social y económico de cada localidad, mientras que la empresa privada comprometida con el éxito de su inversión solo les quedara emular a su competencia y al ejemplo que exprese la administración pública.

Atentamente

Romulo Tineira